Cómo elegir la encimera perfecta para tu cocina

El granito está compuesto normalmente por cuarzo, feldespato y mica y se forma a lo largo de los años de forma natural, por eso cada plancha es única. Desde el punto de vista estético, el granito posee infinidad de variedades, colores y veteados, lo que lo hacen muy atractivo. Se trata de un material de gran durabilidad: resiste el calor, los impactos, el roce y el agua y es muy funcional dado que se limpia con facilidad.

Sin embargo, el granito es poroso, por lo que es conveniente aplicarle un tratamiento antimanchas para evitar que pierda brillo a causa del uso de productos químicos. Otro de los inconvenientes es que las planchas de piedra natural resultan muy pesadas por lo que su instalación debe ser cuidadosa, por piezas, para que las juntas se noten lo menos posible y no haya roce con los muebles.

El mármol es el material noble por excelencia cuando hablamos de encimeras tradicionales de piedra natural. Es indudable que aporta exclusividad y elegancia a la cocina, así como una resistencia considerable a golpes y arañazos, sin embargo, es más poroso y menos resistente que el granito. Debido a ello, requiere de mantenimiento periódico tanto de sellado como de pulido para que no pierda brillo fácilmente, razón por lo que actualmente está en desuso.

La cuarcita es una piedra natural formada en su mayoría por cuarzo, lo que le otorga una gran resistencia. Al exponer la roca arenisca a un proceso de temperatura y presión cambiante puede adoptar una amplia variedad de veteados y colores: desde blancos a negros pasando por marrones, rojizos o rosados. 

Se trata de un material tan resistente como el granito y tan estético como el mármol que resiste muy bien las temperaturas elevadas. Sin embargo, al tratarse de una piedra natural no podremos elegir la diseño de la veta.

Las encimeras porcelánicas se crean al compactar pequeñas partículas de minerales de cuarzo, feldespato, sílice, vidrio y óxidos a altísima presión y temperatura. En el caso de Dekton de Cosentino, esta tecnología se denomina TSP, que reproduce un proceso similar al que da lugar al granito en la naturaleza.

Gracias a ello, no sólo tienen un aspecto más homogéneo que el granito sino que ofrecen infinitas opciones de colores y acabados.

Esto permite tener encimeras con grosor mucho más fino que en el caso de la piedra natural y en formatos muy grandes, evitando la unión de piezas y facilitando así su limpieza.

En cuanto a su durabilidad, las encimeras porcelánicas son resistentes a la luz del sol, el calor, el roce y el agua. Además, son muy funcionales dado que su superficie no es porosa, lo que ayuda a evitar la creación de bacterias y facilita su limpieza.

Aunque sus ventajas son muchas, su instalación puede resultar complicada precisamente por tratarse de encimeras en una sola pieza y debido a su calidad, su precio es más elevado que el de otros materiales. Además, la resistencia a los impactos es inferior que la del granito o el Silestone.

El cuarzo compacto, generalmente llamado Silestone o Compac (nombres de las marcas más famosas que lo producen), se obtiene mediante un proceso industrial que mezcla polvo de cuarzo en un porcentaje muy alto, con resinas, vidrios y pigmentos.

Una de las grandes ventajas de este material es que puede tener casi cualquier acabado y color (existen más de 100 modelos diferentes). Además el cuarzo es uno de los minerales más duros que podemos encontrar en la naturaleza, y por ello, el cuarzo compacto es un material de gran durabilidad, resistente a los cortes y a los golpes. Se trata de un material no poroso; resistente a las manchas y fácil de limpiar.

Su principal inconveniente es que su resistencia al fuego es menor que la del granito y el porcelánico. A su vez, es sensible a los productos químicos, que pueden reducir su brillo.

Las encimeras de madera son todo un clásico. La madera es uno de los materiales de toda la vida debido a su coste asequible y a su extraordinaria calidez.

Sin embargo, debe recibir un tratamiento impermeabilizante para combatir la humedad, y es muy sensible a arañazos, golpes y altas temperaturas por lo que necesitará un cuidado escrupuloso para mantener su aspecto limpio y renovado.

El acero es muy resistente a los golpes, la humedad y el calor. Las encimeras de este material son muy fáciles de limpiar ya que la suciedad no penetra y prácticamente no requieren mantenimiento. Son ideales para cocinas de uso muy intenso así como de estilo industrial.

Sin embargo, se arañan con facilidad y si no tienen un refuerzo de madera contrachapada, se acabarán abollando. Por otro lado, su precio es elevado.

Para fabricar el vidrio templado se calienta el vidrio gradualmente hasta una temperatura de entre 575 y 635 °C y después se enfría muy rápidamente con aire. El vidrio templado ofrece diferentes tonos y colores para elegir: opaco, claro, mate, brillante, lacado o tintado en masa. Aporta mucha luminosidad ya que favorece el reflejo de la luz natural. Posee una gran resistencia al agua y resulta muy fácil de limpiar. Su instalación es rápida, limpia y sencilla.

Si bien el vidrio templado es de 4 a 5 veces más resistente que el vidrio convencional, ofrece poca resistencia a arañazos y golpes, y tampoco es aconsejable exponerlo a altas temperaturas.

La piedra acrílica es un mineral sintético compuesto por 1/3 de resina acrílica y 2/3 de minerales naturales. Los paneles se pueden unir y dar forma al gusto del cliente, sin necesidad de juntas. Se puede elegir un solo color, elaborar el diseño sobre una base neutra o experimentar con llamativas combinaciones. Se trata de un material muy duradero y práctico, resistente a la mayoría de impactos y no poroso.

Pese a todas sus ventajas, no puede sufrir cambios de temperatura demasiado rápidos; no se recomienda colocar una olla caliente o una sartén sobre una superficie de este tipo. Si bien con el tiempo pueden aparecer arañazos, hay tratamientos para eliminarlos. Finalmente, su precio es elevado comparado con otros materiales sintéticos.

Las encimeras de azulejo cerámico y porcelánico son perfectas para dar un estilo rústico a la cocina y ofrecen una gran variedad de patrones y colores. También pueden combinarse con los azulejos del suelo, así como contenter mosaicos únicos. Los azulejos son resistentes al calor y se limpian e instalan con facilidad.

Su principal inconveniente es que es susceptible a grietas y roturas en caso de impacto, pero arreglar los azulejos afectados permite su renovación.

Las encimeras de estratificado son comúnmente conocidas como Formica ya que se trata de una de las marcas más famosas que lo producen. Estas encimeras están compuestas por un recubrimiento estratificado sobre un material de soporte que suele ser DM o aglomerado. 

Este tipo de encimeras disponen de múltiples acabados y colores. Madera, acero o piedra natural son algunos de los muchos acabados de los que podemos disponer si apostamos por este tipo de encimeras, así como infinidad de colores.

Es un material bastante resistente, que se limpia fácilmente y es fácil de mantener. Además su coste no es muy elevado, por lo que sigue siendo una opción muy solicitada. 

El principal inconveniente de este material, es que debemos asegurarnos de que las juntas estén muy bien selladas y de evitar que les entre humedad.